No sé si a vosotras os pasa en vuestra familia, pero uno de mis hijos tiene una tendencia increíble a marearse en el coche. De hecho, siempre que salíamos de viaje llevaba en la guantera del coche un rollo de bolsas de plástico (las de basura de tamaño pequeño), porque es de los que no avisaba para que te diera tiempo a parar….os podéis imaginar.
Estudiando las propiedades medicinales del jengibre, y consultando bibliografía de Farmacognosia (una asignatura preciosa, por cierto), encontré un remedio muy eficaz contra las náuseas, basado en las propiedades de este rizoma, que además de ser antiinflamatorio y antibacteriano (en otro post os contaré lo bueno que es para otro tipo de problemas), tiene propiedades antieméticas (es decir, evita las náuseas). De hecho además de para combatir el mareo en el coche, también se utiliza para paliar las náuseas en tratamientos con quimioterapia. y para evitar los vómitos producidos por la anestesia en intervenciones quirúrgicas.
El jengibre ha sido utilizado como remedio natural en algunas culturas desde hace cientos de años (de hecho los romanos ya lo utilizaban) y es uno de los elementos fundamentales de la medicina tradicional china.
¿Qué necesitamos?
- Una pieza pequeña de jengibre fresco (lo venden en cualquier frutería)
- Media taza de agua.
¿Cómo lo preparamos?
- Cortamos unos 2 cm. de la pieza de jengibre en rodajas finitas, y le quitamos la piel.
- Las ponemos en una taza, y añadimos el agua hirviendo, para hacer una infusión concentrada.
- La dejamos enfriar, y se puede endulzar con miel o con azúcar, según el gusto.
Le daremos esta infusión a nuestro “peque” media hora antes de montar en el coche.
Consejo: Yo recomiendo hacer la infusión concentrada utilizando poca cantidad de agua (media taza), porque los niños tienen el estómago pequeño, y no deberían tomar líquido en exceso antes de viajar. Si administramos mucho líquido, podemos conseguir el efecto contrario.
Con mi hijo funciona.
¿Os animáis a probarlo?
¡Feliz Viaje!